miércoles, 7 de junio de 2023

Prensa/Carteles conciertos

 

Artículo Levante. 13/11/23. Fernando Soriano.



VALENCIA MIOPE  por Lázaro Segurola (México)

“Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?” 
Sección de pasatiempos de la revista Chautauquan 1883.

Esa es la cuestión que se podría trasladar a los movimientos 
underground, las escenas alternativas, Todo lo que es off-off, sea por propia voluntad de quienes integran esa escena, por el ostracismo o la miopía de quienes miran sin ver.

La miopía, por ejemplo, de periodistas culturales que solo cubren eventos evidentes, obvios, que no necesitan de ningún tipo de cobertura porque nadan en la superabundancia mediátic
y que terminan explotando como las burbujas inflacionarias que son dejando apenas un tufo de vanidad en el aire.

La cultura oficial es un iceberg que se sustenta también en esos fenómenos que suceden con más entusiasmo que recursos en microlocales, giras de bandas que tocan en la sala de estar de alguien que prestó el lugar para que algo extraordinario sucediera. Eventos ignorados muy posiblemente porque no producen ningún gran movimiento de capitales, como si la cultura solo fuera otra transacción económica.

Llega a mis ojo-oídos este trabajo recopilatorio, disco-libro, libro-disco, (tanto monta monta tanto) emprendido por el incansable, poliédrico Antonio José Iglesias en su faceta de activista cultural (buceen un poco, escarben en internet para descubrir el calado de este individuo) quien en primera instancia nos ofrece una magnífica reflexión sobre esos duros años de crisis a inicio de este siglo, para luego en un tono más distendido, dada la cercanía con la gestación de esos proyectos, ir desgranando entre anécdotas y chascarrillos la genealogía y devenir de las bandas recopiladas.

No es un trabajo exhaustivo, ni creo que sea esa la pretensión, pero sí lo suficientemente extenso y detallado como para darnos una idea de tantos otros fenómenos que suceden a nuestro alrededor, pero que ignoramos porque nuestra atención está secuestrada por el imperativo mediático. Así que cuando nos llegan semejantes noticias no podemos más que preguntarnos: pero esto, ¿realmente sucedió?.

CDM  Otoño 2023


ESCRITA
Efe eme César Campoy

24/7

RADIO/TV

TV SONCOM  (Minuto 18)


Díscola 28 febrero 2023- Radio Malva


Territori Sonor. À punt radio 29 abril 2023


Podríem fer-ho millor. Á punt radio/TV 15/4/23

El Rall Á punt radio 14/7/23

Díscola Radio Malva 14/11/23




















jueves, 25 de agosto de 2022

Carteles

Cartelería bandas Valencia Miope (2009-2012). Cortesía de los grupos y espacios de conciertos.




     
               














sábado, 12 de octubre de 2019

Créditos/Agradecimientos/Audio/Vídeo

 








CRÉDITOS DISCO

Valencia miope. V.V.A.A.
Underground en tiempos de crisis (2.009-2.012)
Una recopilación seleccionada y coordinada por Antonio J. Iglesias desde el programa de radio Minutos Magnéticos (radio Mislata).

Contacto; antonantuan@gmail.com

Editorial; El talón de Aquiles
Masterizado por Germán Ponte en Estudios Garbanzo (Madrid) 
Gráfica; Cirugía Gráfica (Madrid) 

Gracias especiales gracias a las bandas, salas, espacios varios y Radio Mislata.
Valencia 2022

Desde la admiración y profundo respeto, gracias a todas las personas que nombro en el libreto por dar credibilidad al proyecto como participantes y exponentes de la escena cultural valenciana.

A la memoria de Anselmo Martos.

VM
Diarios de ultramar------------------Pensionista  
Ludmila---------------------------------Los chicos de la radio
Basura galáctica---------------------Gangrena 
Batifoler---------------------------------Marine      
Contraste vital————-------------Cuarteto energético 
Un rendez-vous chez le coiffeur--Les femmes tondues
S.R. Shatanic--------------------------La Línea Gótica
Las lágrimas de Gautier-------------Elda Petrer i les comarques invictes (con Blas Zamora)

Créditos de cada grabación en los apartados dedicados a cada banda en la sección -Los grupos-.


AGRADECIMIENTOS

Mención y agradecimiento eterno a las bandas que forman este recopilatorio y a los puntos de encuentro que dieron cabida en su programación a tantas propuestas. Sin ellos ni sus anfitriones de entonces la ciudad hubiese estado un poco más muerta, como alguna memoria. A este minuto algunos siguen existiendo, muchos ya no. Otros mantienen el nombre pero no la actividad de antaño. Gracias a tod@s ell@s;
Magatzems, La Clínica mundana, L'Escola del Cabanyal, Recordshop, Plutón c.c., El árbol de Benimaclet, Arquitécnica Ruzafa, La Minúscula,  L´Aplec, Ártico cocktail, Café Museu, Galería Punto, Bigornia, Arte&Facto, antiguo Carme Teatre, Contarte, Slaughterhouse, Tulsa café, Sporting Ruzafa, Cronopio, Rivendel, Canguro Ruzafa, El Dorado, Café Infinito, Iniciativa Dahlia, La Ola fresca, Dub club, La Esfera azul (3), Ô Cirque, La Caverna, Afterwork, La Edad de oro, Radio City y Kafcafé.

Agradecimientos personales;
Gracias a Íñigo Barandiarán, Radio Mislata, mono33, Raúl Robles, Carmen Cercós y familia Cercós Pallarés, J.Luis Furió Choni, María Renedo, Clara Camarena, Nidal Kateb, Lupe Frígols, Clotilde Herscu, David Labarta, Sento Juliá, Jordi Bou, Batiste Bosch, Fabiani, Swing radio, Claudia Giovannini, Cristina Atzori, Aitana Carrasco, Beatriz Ballabriga, Teresa Cuartero, Pablo Moño, Proyecto "Cuando doblo" de Grassa Toro,Germán Ponte, Ana Eva Santos, Sergio Sanz, Enrique Lalaguna, Ana Isabel Garrido, Javi Recordshop, Ada Casquete, Jordi Arnal, Paula Lupiáñez, Coke Cirugía, Luis G.Caballero Reynaldo, Maria José Martínez de Pisón, Carlos Maiques, Irene Tafur, Itziar Marquijana, Antonella Bambina, Eva Mora, Raúl Tamarit, Angeles Fernández, Alberto Santos Veloso, Pepón Valero, Clara C. Climent, Paula Bam Bam.

A Poch (1.956-1.998)




El disco/Manifiesto del orígen/Ubicación histórica

 


                                                                   EL DISCO

Los artistas que aglutina esta recopilación no fueron un colectivo estilístico ni una corriente musical específica que pusiera banda sonora a la situación. Tampoco un movimiento contestatario ni marginal del que testigos coyunturales decidieran que mereciese la pena levantar acta en su momento. Les unen los únicos denominadores comunes de haber coincidido en el tiempo en un circuito alternativo extremo y el inquietante dato de no haber dejado rastro alguno tras su disolución. No estuvieron en el lugar ni en el momento adecuado de nada para hacer historia, sencillamente no estuvieron.
Sólo con la perspectiva del tiempo y al coincidir en una recopilación póstuma acotada en ese trienio se les podría englobar como una microescena que nunca existió como tal. Su efímero paso por los casi improvisados escenarios de la ciudad fidelizaron a un público muy minoritario y dieron sentido a un pasajero circuito suburbanita.
Su mérito retrospectivo radica en que una serie de bandas pusieron a prueba los radares inquietos en momentos adversos. Una cofradía errante en el tiempo que pasó desapercibida incluso en redes. Una minúscula corporación de la que muy pocos se acuerdan y que sin pretenderlo calibró en un momento concreto las dioptrías del alma de una ciudad revelando un sintomático diagnóstico. Con ustedes;
Valencia miope.

"Lo imperfecto informa más" 
(Mariví Ibarrola. Fotógrafa)






MANIFIESTO DEL ORIGEN

Durante un breve período de la pasada década tuve el placer de llevar a cabo una breve incursión en una de mis pasiones. El siempre mágico mundo de la radio llamó a mi puerta con una propuesta del periodista Raúl Tamarit  para radio Mislata sin sospechar que años más tarde esta experiencia me seguiría dando sorpresas y satisfacciones varias.
En esos meses tuve una sección musical semanal dentro de un programa diario conducido por el propio Tamarit y la también periodista Ángeles Hernández en la que escogía un tema más o menos de actualidad y seleccionaba una serie de canciones que aludían a ello creando una especie de banda sonora paralela al asunto elegido. Durante esa franja unía la música, la historia y la palabra en un cocktail radiofónico que ocupaba esos Minutos magnéticos (nombre del programa en cuestión). Pero curiosamente fue otro subapartado de la emisión el que con el paso del tiempo resultó ser el motor de este recopilatorio; La improvisada difusión de la agenda cultural más underground de la ciudad de Valencia paralela a la programación oficial y en papel del momento. 

La crisis económica y cultural agudizó el ingenio y el oportunismo general; Galerías de arte, asociaciones culturales, espacios de coworking, restaurantes con pequeño escenario, teatros reabiertos de forma semiclandestina, pisos particulares con terrazas amplias, tabernas de licencia arriesgada, salones de reuniones vecinales (que no casales falleros) centros sociales esporádicos con fecha de caducidad, bares de barrio de salón diáfano a puerta cerrada, hasta guarderías que ampliaron su programación para los no tan niños,...todos comenzaron a programar actividades de forma más intermitente al principio pero creando a medio plazo una agenda regular que fidelizó a un público minoritario inquieto y dispar.

En el tiempo en el que duró mi intrusismo tuve el placer y la sorpresa de recibir en la emisora (y fuera de ella) algunas maquetas y álbumes de varios grupos y solistas las cuales por supuesto escuché y con cuyos creadores contacté personalmente además de verlos en concierto. Sin pretenderlo me vi como un dinamizador de juguete en una radio local a la cual una serie de artistas de muy diferentes estilos y procedencia se tomaban la molestia de hacer llegar sus canciones y las fechas de sus shows. Algunos de ellos, como he dicho, en lugares semi clandestinos o habilitados para la ocasión, como si de una emisora partisana llamando a la resistencia se tratara. Me resultó muy gratificante vivir, desde dentro esta vez, el poder que tienen las ondas como mítico canal de promoción y difusión.

Pasados los años y tras una mudanza me reencontré con una caja repleta de grabaciones de ayer y anteayer, así que repasando los CDs del recuerdo observé que algunos de aquellos artistas han crecido y se han hecho un nombre en la escena local, otros se han ido diluyendo con el tiempo, otros han mutado en otras bandas dejando la gran mayoría en la red su legado musical... Sin embargo haciendo criba despiertan mi atención sobremanera y me inquietan una serie de grupos que por una razón u otra han desaparecido sin dejar rastro y cuya única prueba sonora de su paso por el mundo de los mortales fueron CDs que me hicieron llegar con varias o incluso una única canción.
La no herencia digital de estos grupos unido a su corta vida y algún episodio de malditismo tejieron el halo de misterio que despertó mi curiosidad y me empujó a recopilar en un mismo cartucho esas canciones sacándolas del cajón (y nunca mejor dicho). Canciones aglutinadas con un denominador común que reafirmaba y animaba mi misión de rastreo de música perdida en el tiempo.

Investigando y cotejando fechas descubrí que aquellos grupos estaban cronológicamente acotados en el mismo corto período. Eran de alguna manera la banda sonora subterránea de una época difícil para todos en general y la cultura en particular. Hablo de la manida crisis económica y de algunos años en concreto. Esos grupos hicieron ruido bajo tierra en el período 2.009 - 2.012 aproximadamente. Después, su total evaporación sin dejar más rastro que dichos CDs (alguno sin ninguna carátula) que enviaron por correo al mundo o entregaron en mano.

Como si de un ejercicio de memoria histórica musical se tratase desenterré de la cuneta del olvido esos temas formando una familia de piezas perdidas cuyo rescate tenía su justificación y su coherencia, al menos para mí, por lo excitante de la misión y por supuesto por el conjunto resultante. A la par recopilé testimonios, fechas, contacté con miembros de las bandas, también con garitos y algunos gestores con quien desempolvar algún cartel y recuperar material digital perdido, algunas fotografías remotas y datos de crédito así como un escueto anecdotario que contribuyese a completar la recopilación.

Estos factores me invitan a pensar en ellos como una minúscula anti escena local desde el más profundo subsuelo. No tenían ni mucho menos el peso de otros movimientos histórico-culturales como la No wave neoyorquina, la electrónica berlinesa de los noventa, la Two Tone británica, los años dorados del kraut rock alemán, el surgimiento del RRV (rock radical vasco), el Trip hop y el sonido Bristol o la Movida madrileña. Ni siquiera algo aparentemente menor como el Xixón sound, el rock pastor yugoslavo, el Bravú galego o  Il Grande Complotto de la italiana ciudad de Pordenone. Hablamos de algo borroso, breve y diminuto pero con cierto nivel de autenticidad y una ingente aura de misterio.

Aunque estos grupos coincidieron en un espacio-tiempo crítico y convulso y se dieron cierta cobertura no llegaron en su momento a cuajar como un movimiento que trascendiera ni que despertase el radar cultural oficial, pero de algún modo para mí reúnen los ingredientes para constituir el reflejo sonoro de las catacumbas de una ciudad en tiempos de crisis. Y les tocó a ellos.

Para eso, como si de un programa más de Minutos magnéticos se tratase, vuelvo a poner en las ondas con el consentimiento y gratitud de la mayoría de las bandas, un puñado de canciones y un pedazo de la historia musical reciente totalmente desconocida u olvidada fruto de mi breve relación desde la radio con aquella agenda de dispares propuestas. Valga este recopilatorio como ejercicio de arqueología y como reconocimiento a esa fauna freak que por su total invisibilidad y lo intrigante de su legado se han ganado a pulso asomarse a la superficie. 

"La cultura oficial te la encuentras, el underground debes ir a buscarlo"
(Frank Zappa)




                                                      UBICACIÓN HISTÓRICA

Fueron unos años en los que la ya castigada cultura vivía momentos difíciles. La crisis económica estaba golpeando duro y como tal puso a prueba a todos los sectores. El cierre de varios locales, el costumbrismo extremo que miraba hacia otro lado, la desconfianza en el futuro inmediato y el miedo frente al desmorone invitaron a replantear (y reafirmar) prioridades. Ya no valía echar la culpa a décadas de gobierno autonómico conservador ni a la crisis de la industria del disco físico ante la revolución digital. Las situaciones límite sirven para poner en relieve las actitudes y esta lo fue. Ante el pánico y la desidia surgieron la espantada y el quiero y no puedo primo hermano de la chapuza, también se le vio el plumero a quien estaba en el asunto por la pose, la picaresca o querer sacar tajada incluso del pasar la gorra en los eventos como antesala de un posible corralito que estaba maleducando a la población. Oportunistas que ante la precariedad cultural general especulaban con el arte disfrazados de alternativas salvadoras y con falsa actitud de emprendedores salvapatrias. La desidia y la falta de educación respecto a la cultura se manifestaban también en el público medio. 
Por otro lado se agudizó cierta remota rebeldía y flotó un humor ácido con aires de resignación y escepticismo. mostrando un panorama tan incierto como revelador. 

La ecuación era sencilla; El desplome de sellos y oficinas de management, el cierre de salas y negocios del disco y la lógica ausencia de riesgo unidos a los tentáculos de la zona de confort eran factores que mermaban la reacción y la lucha cotidiana necesarias para iniciar cualquier revolución. Como mucho el eterno arte del aguante en forma de células de resistencia y con dificultades para sacar la música de los ghettos amén de la constante incertidumbre en el aire. Un período crítico de nuestra historia reciente que nos estaba enseñando los dientes.

Sin querer parecer apocalíptico, (de hecho sobrevivimos a aquella recesión, incluso habiendo aprendido algún paso de baile nuevo), un país en el que la cultura está denostada, que se enfrentaba a una crisis económica que agitó el avispero y además viene de otra crisis en el ramo discográfico reúne una serie de premisas que lo pintan más difícil para nuestro sector. La potestad del bienestar relegó aún más cualquier iniciativa a un segundo plano. Y en concreto en Valencia ciudad  se moldeaba un caldo de cultivo cómplice de la cultura del meninfotisme

Señalar con cierto agrado que también fueron años de convulsión y movimiento con su transitorio impacto sociológico. Un período de lucha, reinvención y reacción que nutrían de carbón a la imparable máquina de la creación, aunque de exigua trascendencia y casi nula exportación. Tiempos de apertura de puntos de encuentro y espacios adaptados para una difusión cultural minoritaria, casi de barrio, pero motor de reacción que con la perspectiva del tiempo argumentan la pequeña antología de bandas, artistas y lugares clave en el mapa subterráneo de la Valencia entre 2009 y 2012 que congrega este libreto álbum. 

"El grupo de mi pueblo es mejor que el del tuyo"
(Roberto Moso -Zarama-)


Los grupos





Valencia miope. V.V.A.A.
(Underground en tiempos de crisis.2009-2012)

Los grupos rescatados para este disco-libreto compartido responden a una amplia variedad estilística, un no-movimiento envuelto en incógnita que pasó desapercibido para la mayoría y que ahora asoman y saludan tímidamente desde el más allá como si de una sesión de arty espiritismo se tratase. 
El compendio abarca desde el brazo musical de un colectivo artístico al cantautor-poeta, compositoras bien escoltadas, dúos, tríos, cuartetos y quintetos formando una amalgama de varios colores y fauna anónima.
 
Como he reseñado en otros apartados y ahora recuerdo aquí; Un diminuto enjambre sísmico aglutinado en un corto pero efervescente período espacio-temporal con la premisa común de no haber dejado ninguna huella de su trabajo en la red. Ni grabaciones, ni clips, ni videos de directos ni entrevistas. Tan sólo algún CD, carteles de conciertos, limitadas fotos (alguna difícil de encontrar para ilustrar esta compilación) y un puñado de directos son el legado que motivó su recuperación y exposición en una labor de arqueología romántica desenterrando pues este intrascendente fragmento de nuestra historia subterránea reciente.

Nos reencontramos aquí con la electrovisión sideralista de Pensionista, el rock&roll soviet de Los Chicos de la radio, el esquizofolk espectral de Gangrena, el picnic waltz de cámara de Marine, el canto cavernario imbatible del Cuarteto energético, la jovial chanson bigudí de Les Femmes tondues, la cacofonía samurai de La Línea Gótica y el canto fronterizo post nostálgico de Elda Petrer i les Comarques invictes. Todos ellos hoy día fuera de todo mapa pero reubicados en esta recopilación tras una fascinante misión de nigromancia musical.
Gradúen sus oídos.

"En el underground está la verdad"
(Lech Kowalski)

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Pensionista. Foto; Salva Pallarés

PENSIONISTA

Había oído hablar de Pensionista por sus directos con pedal de loop (*), de los primeros que se vieron en la ciudad hasta que se puso de moda por lo práctico y la coyuntura del momento. Nuestro hombre en concreto lo hacía con buen gusto y originalidad. Manejaba el arte de "loopear" con criterio haciendo una ventaja de lo que para otros era un apaño cuando se usaba este pedal exclusivamente como fórmula para reducir personal en los grupos (sic). Sin embargo, para Guillem Carbonell era una auténtica herramienta de peso tanto en su show en solitario como acompañado de sus humanoides folkies enfermizamente discretos. De hecho la foto que adjunto para este libreto es sólo de él en una prueba de sonido durante una performance conjunta en una plaza en una edición del festival Cabanyal Íntim.
Este sistema de acompañamiento robótico es también interpretado por artistas como Looping Greis en Madrid, Le Parody en el sur, La Cris en Gandía o mono33 en Valencia. También las contemporáneas de Pensionista, La Línea Gótica usaban la hipnótica técnica aunque ellas desde samplers más vintages y pasajes disparados desde el ordenador y con una intención sonora de otra índole. Un efecto recurrente desde hace tiempo que como he dicho, en manos de Guillem lucía de manera especial.

Para sus conciertos con banda hacía coalición con Juan Renedo (a veces sustituido por Lourdes Casany) al bajo eléctrico y Nuria Cervera con minisintes, aparatos varios y coros, empuñando Guillem la guitarra electrica con pedalera de efectos y voz, esta a menudo filtrada con modulaciones y sonido de megáfono, su instrumento favorito desde niño.

Tuve el placer de conocerlos en un encuentro fortuito pocos días antes de recibirlos en la emisora. Vinieron en trío a una entrevista con motivo de un concierto en la explanada del MuVIM que reunía a varias bandas en un evento por el día de la Música retransmitido por Radio Nacional. Ese concierto formaba parte de una minigira urbana de recitales en los que presentaban su maqueta "Erótica mutante", la cual me entregaron en mano en ese inesperado encuentro. Un CD recién salido del horno que llevaban encima -por si se cruza alguien a quien merezca la pena hacérselo llegar-. Pues bien, me reconocieron, saludaron, alabaron mi sección en Minutos Magnéticos (!) y como condecoración protocolaria a mi humilde labor de difusión me entregaron ese cartucho con cinco canciones en las que un space pop de la terreta de intrigante intimismo despertó mi interés (y el de más de uno una vez más), también a radios, público (minoritario pero fiel, ya se sabe...), Video dj´s y demás familia suburbana. De hecho la comisaria de arte y entusiasta dinamizadora local Lupe Frígols (La Esfera azul, Instituto Confucio...) asumió el papel de mánager, asesora, alma promocionera y amiga hasta la disolución de la banda. Un equipo fervoroso y muy creíble venía haciendo ruido desde las entrañas de la urbe.

Emití varias veces las canciones no sólo por su calidad y por  empujar en la divulgación sino también por simpatía personal hacia ellos. Eran tres personas fantásticas, los tres. Y quien los conociese me daría la razón. Humor inteligente, generosos, buenos compañeros de juerga, cumplidores y nada autocomplacientes, apasionados de la música, con conversación infinita y con roles muy claros en el proyecto además de queridos dentro del circuito. Una lástima que problemas personales y familiares apartasen a Nuria de la música y de la farándula en general y que la extrema discreción militante de Juan le frenase a salir en fotos de grupo y apenas hablar en entrevistas llegando incluso a autodenominarse "elemento anónimo de acción sonora" . Un freak de nivel al que el órden de prioridades vitales le hicieron postergar su militancia en el trío. Hoy en día está al frente de su propio estudio de grabación en Torrefiel. 

Seleccioné "Diarios de ultramar", la pieza que cerraba la demo, por su texto y la exquisitez de las programaciones, fiel reflejo de la propuesta del grupo, el loop como robot amigo, el sampler de Armstrong al pisar la Luna, la sutil ironía nostálgica,...una pieza a destacar en esa grabación producida y arreglada con talento y elegancia por Enrique Lalaguna. Este músico, compositor y productor estaba por aquellos tiempos al frente del grupo Neon Flash con quien publicó el cartucho de culto "Hidden alarms". Antes había militado en Pili Shave o Hangover y posteriormente sacó otro disco como Holzwarth (Father theories, 2013), siempre ligado a la electrónica de cuidada producción y al epic pop orientado al baile. Una pieza esencial para el proceso de grabación de aquella primera maqueta de Pensionista 

En su corto periplo hicieron un gran conjunto dentro y fuera del escenario liderados siempre por un lúcido Guillem, amante de la literatura, el licor herbero y los largos paseos con walkman. Hoy son Las Ramblas y La Diagonal en Barcelona los entornos de esos paseos conspiratorios ya que su traslado allí por motivos sentimentales y por las posibilidades que ofrecía esa ciudad para su crecimiento artístico fueron motivos de peso para abandonar las catacumbas valencianas en las que tanto sembró. La ya mencionada repentina retirada de la escena de Nuria y un curso de técnico de sonido de un año en Liverpool de Juan hicieron el resto y la grabación fantasma quedó en el limbo de los inertes...

Nunca lo sabremos con certeza pero si hubiesen seguido en la brecha serían firmes candidatos a haber sido portada de suplemento musical en los diarios de ultramar. Un pequeño paso para el pop patrio y un gran paso para el underground del Turia.

(*) Looper; Efecto cuya misión es la repetición cíclica de fragmentos sonoros de mayor y menor duración, sonidos, ambientes o lo que se quisiera almacenar para ser después disparado en vivo creando secuencias envolventes, activando y desactivando ritmos programados. 


Guillem Carbonell; guitarra eléctrica, FX, Looper, voz.
Nuria Cervera; síntesis, programaciones.
Juan Renedo; bajo digital, guitarra acústica, voces

Grabado y producido por Enrique Lalaguna Holzwarth en Holzwarth Studios. 
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Los chicos de la radio. Foto;Teresa Suñol
De izda. a derecha; David Labarta, guitarra Gibson. Arnau Juliá "Xisco", batería. Emili Ciscar, guitarra Fender. Anselmo Martos,voz. Scott Ziegler, bajo. 


LOS CHICOS DE LA RADIO

La tradición rockera de Valencia tenía su exponente en este quinteto de Massanassa/Catarroja cuyos directos eran fieles a los clichés del rockabilly en lo estético y en lo musical. Eran el clásico -grupo de amigos que se juntan en fin de semana para divertirse y tocar rock & roll-,  pero con la llegada del vocalista Anselmo Martos y su entusiasmo canallesco llegó el empujón que los sacaría del local de ensayo (garaje, por supuesto) con el que se atreverían a interpretar ya en vivo clásicos del género patrio y extranjero dando forma a un repertorio que en poco tiempo se ampliará con composiciones propias como la que adjunto en el álbum. Hablo de "Ludmila", una declaración de amor en forma de swing rockero al galope, ebrio de frescura y pasión, coronado por un texto que aludía a un entorno post soviético tan chocante como creíble. La escogí por la abrumadora respuesta que tenía en directo desde el primer momento y porque apuntaba maneras de primer single. Salvajismo romántico escupido por un frontman inspirado en una dama que hizo tambalear su tupé y su corazoncito pandillero.

La actitud de puro rock and roll de extrarradio y una calidad instrumental notable fueron factores decisivos para que Los chicos de la radio salieran del cascarón. Como dato revelador, el padre de Xisco, el batería, tuvo en su día amistad con varios marineros de la flota americana que en alguna ocasión paraba en el puerto de Valencia. Su inquietud y apetito musical le granjearon singles, joyas de la época y un intercambio de vinilos con gente de U.S.A. que ha seguido cultivando. Todo ello unido al afán coleccionista del grupo les hizo poseedores de una documentación completísima que supieron canalizar a golpe de trabajo de local más allá de esa cita-hobby-semanal de los inicios que ya empezaba a quedar muy atrás.

En ocasiones colaboraba con ellos en las armónicas el mítico y recordado Juan Carlos Masiá a la par que compartieron cartel con Cat Club, grupo puntero del género donde militaba gente de Los Swingers. De hecho Lucky, legendario batería veterano en esos estilos, les apadrinó en su debut en La Caverna de la calle Cuenca, y con el tiempo, algún cambio en la formación y varios curtidores shows a sus espaldas llegaron a postularse para abrir el show de Lee Rocker en Madrid (!). Vericuetos organizativos lo impidieron pero fue bonito mientras duró...

En sus actuaciones en Valencia tuvieron un grupo de animadoras fieles con look universitario yankie, Las Xiri-bellas, que en más de una ocasión fueron la nota festiva de color en La Edad de oro, mítico club de rockero pedigrí que cambió varias veces de ubicación en la ciudad pero siempre regentado por una entusiasta pareja (cuenta la leyenda que Juanjo Almendral les bautizó como grupo) los cuales hicieron de anfitriones de la banda varias noches de bourbon y cazalla. 

Tras cambios en la formación forzados por el regreso a E.E.U.U. del bajista, sustituido por un contrabajista (el cual le dio a la banda un sonido más clásico) y el abandono del guitarrista Emili Ciscar, grabaron una maqueta de la que tuve la suerte de saber de su existencia por el otro guitarrista, David Labarta, en una entrevista en la emisora con motivo de promocionar un concierto junto a Tennessee en Alcoy organizado una vez más por Jose Antonio Comandante. Esa demo, grabada en Tabalet estudios bajo la supervisión de Sento Juliá fue antesala de lo que hubiese sido su primer disco largo. Era una grabación en la que se encontraba la mencionada "Ludmila" y cinco cortes más, cuatro cantados entre los que se hallaban su rabioso y coreado himno de carretera "Massanassa-Massachusetts"  y la arrolladora instrumental con la que solían abrir sus conciertos"Montesa riders".

Pero el malditismo puso freno al despegue discográfico del grupo con la trágica muerte de Anselmo. Un duro golpe del que no se repusieron como banda. Así como llegó, se fue la voz y alma conceptual de una pandilla que tenía visos de recorrer más de una autopista nacional. De hecho la carretera que tanto les inspiraba (y esperaba) fue el escenario del accidente de moto en el que se dejó la vida el carismático vocalista a la edad de 32 años truncando la continuidad del quinteto y dejando para la posteridad dicha grabación amén del recuerdo de un puñado de buenos directos, siempre acompañados por el revuelo de faldas de fervorosas cheer ladies, tupés mediterráneos y corazones nerviosos.
 
Desde lo más profundo del transistor, un grupo por el que sin dudarlo sacaría del armario a ritmo de swing mis viejas corbatas de la New wave.


Grabación:
Arnau Juliá "Xisco"; batería.  
Anselmo Martos; voz.   
David Labarta;  guitarra Gibson, coros. 
Batiste Bosch; guitarra Fender 
Jordi Bou; contrabajo.   
Grabada en Tabalet estudios (Alboraia) por Sento Juliá.
Mezclada en Tablada (Madrid) por Alberto Santos Veloso.
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Gangrena. Foto; Guillaume Fresneau
De izda.a derecha; Maragda Pallardó; sinte, FX. 
Blas Zamora; guitarra de 12 cuerdas, voz.


GANGRENA

Blas Zamora era un habitual de los cafés-concierto de la ciudad y en los encuentros del efímero El Dorado en el barrio de Arrancapins, asiduo parroquiano en los open mics semanales de Kafcafé (Benimaclet) y Radio City (Ciutat vella) en los que ejercía de poeta y recitaba usando su nombre de pila. Pero en su faceta musical mutaba en Gangrena, proyecto con el que daba rienda suelta a desvaríos poéticos en forma de canción y pasaje melódico. Albaceteño de origen afincado en Zaidía era de los pocos (por no decir el único) que de aquellas blandían una guitarra de doce cuerdas para sus directos tanto en solitario como con banda. Se hacía acompañar en vivo del pianista Alex Almenara, del percusionista Vicent Carreres y en ocasiones del thereminista de Manises Oscar de la Concepción para mostrar un folk urbano intimista un tanto escabroso y con guiños espaciales. 

Dentro de su periplo estuvo cercano al circuito poético de David Trashumante y de Jesús Ge; Poetas militantes de la poesía en todas sus formas, pioneros agitadores de la palabra tanto como creadores como organizando ciclos poéticos, sesiones de spoken word y demás fórmulas que tuvieran como base la expresión lírica con artistas cercanos amén de anfitriones incansables de poetisas y poetas visitantes. Hoy en día su trabajo se ha consolidado y siguen fieles a su motor dinamizador del género siendo escaparates de innovación a la par que exportadores de propuestas locales a otros encuentros relacionados con la palabra. Piezas humanas clave en el panorama contracultural valenciano que a colación de la inclusión de Blas Zamora y al guiño poético de la recopilación no quería dejar de citar.

Sin embargo Blas forma parte de este compendio por su faceta más musical, tanto por su dilatado recorrido en los garitos de la ciudad como por la curiosa grabación que aquí aporta; "Basura galáctica", una pieza de pop folk onírico-cósmico fruto de musicar esta vez un poema ajeno, obra de Ana Isabel Garrido, (La panterita del Carmen) activista de la performance, la poesía y el teatro experimental, autora de la pieza teatral Relaciones asfixiantes y alma inquieta que hace años recaló en Amsterdam.
De esta combinación surgió dicha canción que, como dato curioso y razón de peso biográfico, debo incluir en el disco ya que se grabó en vivo en la emisora dentro de un intento de sesiones John Peel de tercera regional aprovechando las visitas de los artistas y los medios que había para registrar al menos en modo semiacústico. La iniciativa no cuajó por la reducción del minutaje del programa, mi sección de hecho ya era breve y semanal. Aún así llegamos a grabar a una pareja de canto regional acapella de la Safor, a Gilbertástico (genio indiscutible del underground valenciano que sigue en activo ampliando discografía y fans),un par de temas en acústico del grupo Iron Ties y el susodicho tema de Gangrena entre algún otro...
Confieso que esta canción la tenía archivada y no forma parte de la familia olvidada de grupos ahora resucitados de esa caja de mudanza que forman el grueso de la compilación, pero por razones antes argumentadas "Basura galáctica" entró a jugar para alegría de Blas y los que allí vivimos su única audición. 

Como peculiaridad decir que para la ocasión vino escoltado por Maragda Pallardó, (compositora, teclista y alma de Elda Petrer i les comarques invictes la cual tiene su episodio aparte en el álbum) haciendo ambos doblete en este disco y siendo entrevistados por separado en ese programa que culminó con la interpretación en directo de la exclusiva pieza acompañados por un sublime Oscar de la Concepción en los coros y el theremin. La versión de este disco es la mezclada a posteriori por Jordi Arnal.

He adjuntado una foto de ambos realizada in extremis por el técnico Gullaume Fresneau captando un momento espontáneo en la radio tras la grabación. De algún modo ellos eran Gangrena esa mañana y, aunque no aparezca Oscar, ambos personajes en simbiosis artística son un documento que bien ilustra parcialmente aquel episodio, -más como foto de prensa rosa que como foto de grupo- (Maragda dixit)...

Blas regresó en 2.014 a su Albacete natal donde sigue escribiendo e interviniendo esporádicamente en sesiones de poesía ambiental las pocas veces que su salud le permite. Los garitos y eventos varios de la ciudad del Turia le siguen echando de menos. Yo también.

Si todas las gangrenas que infectan el espíritu fuesen como esta, jamás se contemplaría la amputación y se abrirían más a menudo las puertas a los residuos espaciales, contingentes de delirios escoltados por sombras chinescas proyectadas en la pantalla de un alma inquieta rodeada de mar. 



Blas Zamora; guitarra de 12 cuerdas, voz.  
Maragda Pallardó; sinte, FX.   
Oscar de la Concepción; voces, theremin.
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Marine. Foto; Carlos Andrés Corominas

MARINE

El nombre artístico de Marine (pronúnciese maguínn) era el uniforme de camuflaje de Ana San, una francófila de actitud aparentemente catequista palaciega pero con un tesón y arrojo que daban sentido a su nombre artístico esta vez leído tal y como se escribe. 
Heredera en aquellos años de bandas que cantaban en francés, o al menos era un idioma muy presente en su repertorio. Hablamos de Néstor Mir y Las Potencias del Este, Kruchenko, Eva Dénia (cantando a Brassens) o Megaphone ou la mort. Bandas cuyo testigo fue recogido años después por Stéphanie Cadel et La Caravane, Le Garçon revé o esporádicamente los también incluídos en este disco Les femmes tondues.
Su CD con dos cortes llegó a la emisora y nos llamó la atención su temática como de picnic cortesano y que además incluyese dentro la tarjeta de una floristería...

Ese mismo invierno la programación mensual de La Minúscula en el barrio del Carmen la incluía en su ciclo de conciertos de salón y aunque posteriormente la vi con banda ocasional (quinteto con teclados, bajo, percusión, violoncello y con ella al frente empuñando guitarra acústica y voz) fue en ese show donde cautivó a un servidor y a más de uno. Lo que con banda tocaba sentada lo defendía en pie cuando actuaba en solitario (o acompañada solo de Isidro Roig como comodín multiinstrumentista). Una maquisard chansonnier de actitud desafiante y frágil al mismo tiempo anticipándose a un empoderamiento femenino alimentado por el síndrome de escenario y por su imagen de guerrillera de Montparnasse con boina, prenda que sólo usaba en vivo y que coronaba una cabecita llena de melodías sugerentes y mensaje irónico entre canciones de amor, desamor y posguerra. 

Como no podía ser de otro modo esta ruzafí emigró a su querido París donde apuntaló su francés pero aparcó el canto. De allí a Bélgica donde ejerce de profesora de español y diseña ropa (su gran predilección) para una boutique en Kontich, cerca de Bruselas, desde 2015. Me transmitió la ilusión que le producía el verse incluida en esta compilación, tanto por desempolvar su fase de compositora como por recordar aquellos años en la Valencia que la aplaudió.

La canción que aparece en el disco," Batifoler"  (un canto al abrazarse y travesear sin límites ni ataduras) tenía su versión campestre más desnuda y primaveral. Esta pieza sin embargo tiene la aportación de instrumentos de cuerda y una producción impecable de Sergio Sanz (La Caramba, Les llamaban Trinidad...) quien también tocó guitarra y arregló las composiciones de nuestra Chantal Goya del Turia. Río cuyo cauce hoy está convertido en un jardín que al ser paseado escuchando a la dulce Marine se transforma en un entorno que invita tórridamente a retozar...
Nous batifolons/Let´s batifoler.


Grabación:
Ana San -Marine-; voz, guitarra acústica y susurros.
Arantxa Gómez; guitarra acústica.
Isidro Roig; guitarra española, percusión y voces.
David Santos; contrabajo
Andrea Santos; violoncello
Sergio Sanz; piano, sinte, producción.
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Cuarteto energético. Foto Stella Rivas. 
De izda. a derecha; Arianne Cogan, batería neolítica y voces gaélicas. Luis Alberto Posadas "Urco", guitarra paleolítica y voz erectus. Anabel Galán, voces del pleistoceno, danza sedentaria y percusión de sílex. Héctor Sanahuja, guitarra sapiens.



CUARTETO ENERGÉTICO

Combo de toque canalla y de una crudeza que rotundamente plasmaron en sus escasos directos. Oriundos del barrio de Marxalenes con batería irlandesa afincada en Valencia durante esos años; Arianne Cogan, estudiante de filología hispánica con una actitud en vivo desde los tambores que marcó época. Mito erótico del momento y sin perder un ápice de categoría dentro y fuera del escenario desde donde hacía sus "voces gaélicas" mientras tocaba los tambores (de pie por supuesto). El resto de la banda se maquillaban como neanderthales en celo y bailaban con espasmos haciendo honor a su nombre. 
Fueron la quintaesencia del descaro y el desbarre a la altura de los por aquel entonces más conocidos Jackson Milicia y con influencias lejanas de los antaño figuras trash del subsuelo Los Borbones, Ulan Bator trío o Royal Canin. Practicaban un rock tribal, aparentemente sencillo pero con picaresca y rollo pantanoso arty como buenos cavernarios urbanitas de nueva generación.

La canción que inserto en el disco, un corte de rock and roll a medio tiempo, primitivo y semiepiléptico, proviene de un CD entregado en mano tras un concierto en Magatzems en la calle Turia justo después de una proyección de videoarte de las que que solían programar los jueves. Una demo (sin portada ni título) con tres canciones registradas en el local con Ximo Cutanda en los mandos de grabación y mezcla que reflejaba el espíritu desenfadado y crampoide de la banda. Los tres temas eran composición de Luis Alberto Posadas "Urco", un habitual de los bares del barrio del Carmen y fan acérrimo del punk hispano, la New Wave británica y la mistela. 

Escogí "Contraste vital" por ser el que mejor sonido tenía en ese CD y porque recuerdo que al radiarlo en la emisora llamaron varias veces solicitándolo como petición del oyente los días posteriores ante mi sorpresa y alegría. También porque al hacer un phoner con Urco antes de un concierto suyo confesó que el tema iba dedicado a un periodista musical del momento y su pareja, dando nombres sin cortarse. Prensa rosa en los estribillos y rabia en las guitarras. Inolvidables.

Tras poner en íntima circulación un directo de ocho temas grabados en directo en varias actuaciones, el grupo se deshizo. Arianne se fue a Londres (snif!), Urco se volcó en un negocio de fundas para instrumentos en Castellón y Anabel y Héctor, la pareja que completaba el cuarteto, ampliaron la familia y aparcaron el rock and roll frenético salvo alguna colaboración esporádica de Héctor como productor o guitarrista ocasional. 
Espero reencontrarme con alguno de ellos con motivo de esta recopilación, realmente en vivo eran únicos y no podían faltar en este álbum. Por qué será?...

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Les femmes tondues. Foto; Palmira Vercet.
De izda. a derecha y en formación autómata; Ramón Jarque, guitarra. Alicia Larrainzar, bajo acústico y coros. Clara Camarena (con máscara), clarinete y voces. Artur Fresneda, voz. Tote Pons, batería.

LES FEMMES TONDUES

Fueron lo más descompasado dentro de lo infra independiente. Una aparentemente caótica agrupación artística cuya sección musical traducida en quinteto (variable) acreditará su presencia en el disco con una canción registrada casi por casualidad. Pocas actuaciones pero de muchos colores con formato variopinto y una grabación hecha en el local de ensayo con un puñado de temas fue su escueto legado.
La canción que incluyo en el disco es una adaptación de un tema del grupo de Benimaclet/Burjassot La Peluquera. Concretamente " El ensayo" un corte años después rescatado e incluído en su segundo disco  El paraíso es aburrido (Granja Beat 2017) pero que en su momento para Les femmes tondues fue "Un rendez-vous chez le coiffeur". Esta canción de corte cabaretero de entreguerras fue grabada en estudio más con la intención de homenajear a dicho grupo amigo y regalarles la adaptación que con la pretensión de plasmar algo de material propio para difundir. De hecho fue lo que nos llegó a la emisora de rebote para un disco recopilatorio multilingüe que nunca salió y aunque no sea un tema suyo (como la mayoría de sus canciones), por sonido, rareza y ternura histórica merece ser insertado en esta recopilación justificando así la presencia de esta banda tan efímera como imprevisible. 

Le cambiaron la letra al texto original además del idioma, lo llevaron al francés formando así un triángulo temático entre el nombre del grupo al que versionearon (La Peluquera), el título del nuevo texto "Un rendez-vous chez le coiffeur" (cita en la peluquería) y el nombre también francés del grupo (Les femmes tondues=las mujeres rapadas) poniendo un toque de humor ácido si nos remitimos a quienes fueron estas mujeres en la historia reciente del país vecino. Todo muy arty y con espíritu de colectivo combativo y transgresor desde la militancia política, ecologísta, feminista, colectivo LGTBI, antisistemas ilustrad@s, pseudointelectuales de facultad y estudiantes de Bellas Artes tod@s ell@s con toda una amalgama de reivindicaciones y compromiso artístico y social. De hecho se formaron como banda gracias a que varios de ell@s realizaban arte plástico, performance, cómic, danza, acción poética...siendo este quinteto Tondue el "brazo musical" o "front sorolliste" de la corporación a iniciativa del también pintor Artur Fresneda.

En directo (memorables recitales en La Dahlia de Mislata y la antigua sala del Carme Teatre entre otros) solían sacar a alguien del público para estar en el escenario quieto cual estatua mientras aguantase la broma en la actuación. También pintaban cuadros en vivo, tanto incluían bailarines de su círculo de amistades como caricaturizaban en papel a alguien de la audiencia con un infiltrado cómplice en la sala (mención especial al dibujante Carlos Maiques), proyectaban películas mudas en blanco y negro, piezas de videoarte (siempre eficaz y dulcemente inquietante la aportación del videoartista Alex Francés), cine vintage de animación o documentales sin voz mientras tocaban, exhibían sombras chinescas o marionetas siniestras (recurso que emplearon para la única foto de grupo), también guiñaban al teatro-rock... Incluso los carteles para sus conciertos también tenían un carácter que denotaba su manifiesto temperamento artístico. Cualquier seña estética podía aparecer en sus actuaciones/happening fruto del amplio y sorpresivo abanico de propuestas que emanaba de sus asambleas arty revolucionarias. 

Resulta interesante y estimulante seguir el viaje a un grupo de personas empujando en una misma dirección de máxima expresión durante una época de sinergia creativa. Esa fuerza (no exenta de alguna actitud aislada más petulante como era de esperar...) era latente en un directo en el que convivían escasos temas propios con fieles versiones de Tuxedomoon, Tiger Lillies, Residents, Einstürzende Neubauten, Leonard Cohen (!),  Ute Lemper, Els Pavesos, Edith Piaf, etc...Todo ello en el repertorio de este fugaz combo cuya música era una rama más de ese árbol multidisciplinar y libertario que fueron Les femmes tondues.

Pese a todo ese aparente caos, el nivel interpretativo por lo general era solvente en el grupo, sirva como ejemplo la resolutiva aportación al clarinete de Clara Camarena (Miss Gotelé, Stéphanie Cadel et La Caravane...) en la canción aquí incluida. De hecho algunos miembros siguen tocando o colaborando con otras bandas hoy en día, pero el numeroso grupo como tal se disolvió por clásicas cuestiones de egos, cambios de ciudad de algún miembro, madurez vital, irregularidad de actuaciones, prioridades artísticas, acefalía direccional y demás clichés propios de joven banda numerosa.

En su última etapa el intento fallido por parte de los pintores Artur Fresneda y Ramón Jarque (cantante y guitarra respectivamente) de darle al grupo una vida como tal independientemente de la comuna cultureta fue el remate definitivo. Aquello ya no se sostuvo y se apagaron sin ruido como la vela que antaño alumbró el cuarto más oscuro del sótano durante los dos años en los que a golpe de acción guerrillera despeinaron el subsuelo de Valencia.

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La Línea Gótica. Foto; Rubén Vicente.
De izda. a derecha: Eliana Venturi; sintes, FX, programación, voces. 
Roser Pedrós; sintes, FX, voces.

LA LINEA GÓTICA

En el sector más experimental de la Valencia de aquellos años este dúo fue un descubrimiento de lo más fugaz. Eliana Venturi, artista sonora bonaerense recaló desde Argentina en el barrio del Carmen por una residencia artística de un año que al final fueron dos. Paralela a su actividad plástica y motivo de su beca, desarrolló también su faceta musical electrónica impulsada en su nueva ciudad a raíz de un encuentro en el espacio alternativo La Clínica mundana con la también entusiasta de la robótica sonora Roser Pedrós en un flechazo instantáneo que nos dió resonantes alegrías en vivo. Con la urgencia y la ilusión del momento iniciaron un proceso creativo conjunto que se tradujo en pasajes sonoros, bases de hip hop cool, atmósferas cómplices del spoken word, alguna electro canción, ruidismo primitivo, referencias al Trip hop de plástico, ambientes densos propicios para la poesía musicada, etc...Y en un par de meses ya estaban mostrando el fruto de sus experimentos en directo debutando precisamente en el espacio donde se vieron por primera vez.

La Clínica mundana tras las Torres de Serranos, al igual que Plutón cc tras las Torres de Quart albergaban propuestas de muy diversa índole pero con especial apertura a las nuevas tendencias sónicas y visuales, experimentación sonora y electrónica. Ambos míticos lugares tenían tanto el pasaporte underground como el académico por lo que aglutinaban en sus parroquias a estudiantes de arte, profesorado de lo artístico y de visual, además de todo un abanico de fauna inquieta y urban freaks del momento. La Clínica Mundana cerró y Plutón sigue en activo tras varios paréntesis.

La Línea Gótica llegaron a compartir velada con algún artista de peso de ese circuito. Allí actuaron Remi Carreres (Jean Montag), Avelino Saavedra, Martí Guillem, Bartolomé Ferrando, Truna, Ketamukuro Ruko (México D.F.), Damiá Jordá y Edu Comelles por nombrar algunos. Este último fundaría el sello especializado  Audiotalaia a la vez que pondría en marcha el ciclo Herzios! que en su día hizo desfilar por la Valencia subterránea a electrorartistas de aquí y allá, dando presencia a una escena en la que La Línea Gótica asomó los cables en algún recital y alguna exposición dentro su efímero y poco recordado periplo pero calando en los electropaladares que pasaron por allí.

Su estética era fría y a veces salían a actuar con antifaces neutros. Cantaban y filtraban sus voces con auto reverses, las combinaban con emisoras de radio, ruido blanco, secuencias de arpegiadores 80 's, efectos sonoros y demás tramas ambientales. Eliana en pie y Roser siempre sentada de espaldas al público, ambas con un despliegue de cacharrería dispar y a caballo entre el ruido y la canción. 

Fueron elegantes y provocativas tanto en su aspecto como en sus texturas sonoras en todas y cada una de la veintena escasa de ocasiones en las que mostraron en público sus experimentos en enclaves como Arquitecnica, Galería Punto, Dub Club, La Clínica mundana, Plutón, Magatzems, Sporting Ruzafa, etc...atmosferizando con su hipnótico encanto sónico unas veladas en las que esa subescena vivió un momento álgido. Y ellas estaban allí.

Tras acabar su residencia artística, la porteña Eliana prolongó su estancia en Valencia donde se volcó en cursos de gastronomía alternativa, informática y también en su electrodúo viviendo una luna de miel artística y sentimental con su media naranja; Roser Pedrós, la ilustradora y gestora cultural con la que al año siguiente se embarcó de regreso a Argentina. Desde allí y hoy en día ajenas a la escena electrónica porteña (!) la pareja recibió con asombro y alegría la noticia de su inclusión en esta recopilación fantasma para la cual tuvieron la gentileza de enviar la fotografía de grupo que acompaña la crónica.

Tuve noticias de su existencia por un CD artesanal de muy pocas copias, tarjeta de presentación coordinada por la activista cultural Itziar Markijana que reunía a ruidistas de la órbita de La Clínica Mundana con motivo de su confederación bajo el nombre de La Orquesta mundana (L.O.M.), formación que hizo algunos recitales, entre ellos en el Museo Reina Sofía de Madrid. Toda una cohorte de experimentador@s en coalición en un breve e interesante fenómeno a reseñar de aquellos años.

Con motivo de la regular transmisión de la agenda cultural alternativa que hacía desde el programa de radio me llegaron ecos de la puesta de largo de este colectivo. Fui al evento en Madrid y me cayó el cartucho en el que se incluía la pieza de La Línea Gótica, "S.R. Shatanic". Una electro cacofonía samurai con reverses y texturas densas, intrigante y cool como ellas, grabado en su estudio doméstico y que, por supuesto, sonó en el programa ante la siempre hilarante perplejidad de algun@s.

Asuntos familiares y laborales precipitaron el regreso a Argentina de Eliana y junto a ella a su partenaire abortando así su participación en las futuras actividades en vivo de L.O.M. y haciendo del corte que se incluyó en ese CD una rareza, mínima herencia sonora testigo de la presencia del dúo en el circuito subterráneo de la época y pretexto con creces de su referencia aquí.

Cuando paso por delante de los espacios ahora cerrados que en su día albergaron tantas propuestas son precisamente a estas nigromantes musicales a las que más imagino tras la puerta a oscuras, poniendo banda sonora al vacío y haciendo del silencio ruidoso pistas de sonidos escupidas desde su sampler vintage. Imperturbables princesas fantasmales entre las ruinas de lo que en su día fue una línea de defensa en el subsuelo de la ciudad. 
Beso ruidoso hacia Buenos Aires.



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Elda Petrer i Les comarques invictes. Foto; Diego Fermín.
De izda.a derecha; Roberto Lorente; batería, percusión. Maragda Pallardó; sinte, voces. Quim Cuesta; guitarras, voces.


ELDA PETRER I LES COMARQUES INVICTES (con Blas Zamora) .  

No podía faltar en este recopilatorio la activista musical, compositora, pianista y defensora de la llengua valenciana Maragda Pallardó (A. K. A. Elda Petrer) nativa y vecina de Benimaclet durante gran parte de su vida. Militante feminista la cual con su trío Les comarques invictes abanderó un pop folk exquisito para el que según la ocasión se acompañaba en directo de aliad@s de muchos colores; Desde los violines del Cuarteto Valencia de cuerda a Alvar Carpi empuñando el guitarró valenciá, pasando por Daniel Esteve a la dolçaina además de narradores ataviados de época, corales infantiles y alguna titiritera como Elisa Matallín cuyas marionetas danzaron al son de sus estribillos a caballo entre guiños a la tradición oral y el pop noventero de la terreta.

Curiosamente la canción que incorporo a este disco, "Las lágrimas de Gautier", no es especial baluarte de su trayectoria, de hecho está en castellano debido a que fue el fruto de una asociación artística con el cantautor Blas Zamora quien hizo el texto del tema y lo canta por exigencias del guión, nunca mejor dicho. La composición estaba destinada a ser el tema central de la banda sonora de un documental de Pablo R. Martos sobre Ô Cirque, un pintoresco circo ecuestre francés ubicado por aquellos años a las afueras de Bétera cuyo periplo, anecdotario y galería de personajes despertaron la necesidad del realizador de ser plasmados en dicho cortometraje el cual, como tantas iniciativas y tras compendiar gran cantidad de material audiovisual, nunca se llegó a acabar ni a estrenarse.  
Un motivo de peso para activar la intención de registrarlo y que entronca con el germen de este disco fue que bajo su carpa circense también se desarrolló una programación musical alternativa en la línea de las antediluvianas Mañanas del Price madrileñas (salvando las distancias no sólo cronológicas).
Por allí desfilaron Los perros del Boogie, Fado Blues, La Pulquería, Los globos de Rudolph, La Orquesta Bitelchus, Los Pataconas, Dwomo, Ki Sap, Cándida, los propios Elda Petrer i Les comarques invictes y un corto pero interesante etc. viviendo la bizarra experiencia de tocar en un circo, acompañar musicalmente algún número de acrobacia ecuestre (previo ensayo, eso sí) amén de ser acomodados en un carromato del siglo XIX a modo de camerino. Dignos herederos del clásico Freaks de Tod Browning pero a la europea moderna y en plena terreta. Había motivo.

La temática de la composición trata sobre un acróbata de dicha pista y su fallido romance con una profesora asiática de danza ecuestre cuya no-relación y los desplantes de la señorita para con el joven equilibrista inspiraron la canción para el documental. Elda Petrer i Les comarques invictes pusieron música a la letra del poeta y cantautor y juntos lo grabaron en su estudio de la ciudad manchega con la visceral complicidad de Héctor de La Vega en las voces psiquiátricas (verídico. De permiso esos días cual Daniel Johnston mesetario) y con mención destacada a la estoica Aurea San Segundo en la mesa de mezclas.
Esta rareza nacida a la luz del cliché -canción para un documental que nunca se editó - merece formar parte de este episodio por lo recóndito y estrambótico de su orígen (una vez más), por el contexto que la inspiró y por ser, muy posíblemente, de las pocas grabaciones del grupo de Maragda sin cantar como voz solista (sí como corista y teclista) pero aún así con un resultado interpretativo muy digno y fiel al sonido del grupo. Una composición a lomos de un ritmo fronterizo con coros semi épicos, guiños de western de La Mancha y guitarras entrelazadas en un laberinto folkie. Un country de secano/pop rural a modo de canción reivindicativa de amor funambulista. Un lamento bajo la carpa que, por supuesto, sonó en la emisora en varias ocasiones aunque nunca se hizo en vivo.

Desgraciadamente Elda Petrer no llegó a editar su disco-libro de debut "Vinalopop"  por desavenencias de última hora con la editorial y problemas de financiación justo en un momento en el que la banda estaba muy rodada en directo (rotundos los recitales en L´Escoleta del Cabanyal y El árbol de Benimaclet entre otros), la campaña de promo a punto y las expectativas a flor de piel. Decepcionada con la industria y la escasa comprensión allende su entorno localista decidió retirarse de los escenarios y volcarse en la docencia lingüística y la maternidad ya desde la Ribera Baixa y desapareciendo de la escena musical por completo. Los dos componentes del trío han seguido colaborando con otros artistas. Roberto Lorente en el mundo del jazz valenciano (Zhang Kadí-Jazz, Lucho Berenguer...) y Quim Cuesta, residente hace años en Madrid, con un programa de radio en una emisora independiente y como músico esporádico de sesión.

La desilusión de Maragda trajo consigo la férrea supresión voluntaria del permiso de difusión o toda exhumación de su obra negando la inclusión de cualquier tema propio ni en este disco ni en ningún otro. Negación total de su pasado musical sin visos de ser desempolvado para desgracia de fans o arqueólogos de la causa. Pese a todo, su notable presencia en el circuito territorial de aquellos años argumenta su aparición en la recopilación (por partida doble además) aunque sea esta en una pieza compartida y contando para ello con el beneplácito del resto del grupo, del inefable letrista albaceteño y del director del corto (dueño de los derechos de la canción).

En la pista dejó de hacer pie, pero para los que la vieron en vivo fue una punta de lanza de lo que tiempo después está siendo el empoderamiento femenino y lingüístico en el País Valenciá. Una soberana comarcal cuya presencia en primera línea así como su imprevisible ausencia provocaron emoción y tristeza haciendo florecer alguna lágrima que, en esta ocasión, cayó en la arena de un circo.


Grabación:
Blas Zamora; guitarra acústica, voz.
Maragda Pallardó; sinte, voces.
Roberto Lorente; percusión. 
Quim Cuesta; guitarras acústica y eléctrica, e-bow, voces, arreglos.  
Héctor de La Vega; Voces lacrimógenas
Producido por Blas Zamora
Grabado y mezclado por Aurea San Segundo en La Roda Estudio (Albacete).

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